Estas startups te ayudarán a hacer realidad la idea de negocio que tienes en mente desde hace tiempo.
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Una gran idea que se originó a partir de la discapacidad visual de mi hija
El Premio a la Innovación e Inclusión Social de la Fundación ONCE es sólo uno de los cerca de 10 galardones que la solución desarrollada por la startup Bemyvega ha ganado en su corta historia. Vega es hija de Antonio Sánchez Kaiser, que ha sido profesor de la Universidad Técnica de Cartagena durante casi 20 años.
Vega es «hija única de 10 años» y nació con una enfermedad genética que le provoca una discapacidad visual. Como profesor, Antonio Sánchez se preguntaba cómo sería posible enviar un rover a Marte sin una solución que permitiera a los discapacitados visuales participar en igualdad de condiciones en clases, reuniones, conciertos o cualquier otro entorno en el que se utilicen equipos audiovisuales.
Por eso, él y su mujer (también ingeniera) decidieron buscar una solución que permitiera a los discapacitados visuales acceder a una amplia gama de contenidos. Así nació Bemyvega, una empresa que desarrolla soluciones para que los discapacitados visuales puedan grabar, retransmitir y seguir formaciones, charlas, conferencias o exposiciones en tiempo real, en directo y a distancia. El sistema recoge toda la información y la envía en tiempo real a cualquier dispositivo inteligente al que pueda acceder el alumno. Esto es lo que hacemos para difundir el conocimiento, para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de aprender y adquirir los conocimientos que necesitan para convertirse en las personas que quieren ser.
De la venta de motos usadas en aparcamientos al liderazgo del mercado
Alberto Fozas García vendió motos usadas en Internet durante varios años antes de crear Mundimoto. Tenía 22 años cuando lo hizo en el aparcamiento de la casa de sus padres. Llevaba mucho tiempo interesado en las motos, pero en algún momento decidió venderlas para ganar dinero. Unas horas después de la venta, encontró la misma moto más barata en Internet, a sólo 600 km de su casa. Decidió utilizar Blablacar, para viajar más barato, comprar la moto más barata, traerla a casa y venderla de nuevo.
De este modo, descubrió una oportunidad de negocio. Repitió el mismo proceso durante algún tiempo. Compraba motos de segunda mano anunciadas en Internet, las buscaba y las revendía en la web de blablacar. Con el tiempo llegó a tener más de 20 motos en el aparcamiento de su casa y cuando empezó a faltarle espacio alquiló más plazas de aparcamiento para aumentar su inventario y las llenó de motos, ganando entre 150.000 y 200.000 euros con la venta de estas motos.
Con el tiempo, su mejor amigo Josep Talavera se unió a él para profesionalizar el proceso y juntos crearon Mundimoto, una plataforma online de compra y venta de motos de segunda mano. En dos años, la empresa, que vende motos en aparcamientos, se ha convertido en el mayor servicio digital de compraventa de motos de Europa y ha obtenido resultados financieros positivos desde el principio, con una facturación de 14 millones de euros el año pasado.
Su propuesta a la empresa para desarrollar un producto no fue aceptada, así que lo desarrolló él mismo
Como empleado, Oriol Martí se presentó a Playmarket, una empresa especializada en la venta de carros de la compra. Trabajó primero en contabilidad, luego fue director de compras y después director de operaciones. Esto le permitió interactuar con los usuarios finales para obtener sus comentarios y conocer de primera mano los principales defectos de los productos señalados por los consumidores.
Tras identificar áreas de mejora, planteó estas cuestiones en una reunión de gestión. La respuesta fue básicamente: «Si las ventas son buenas, ¿por qué cambiar algo?». Y eso fue todo. Luego, debido a cambios de personal, Oriol Martí tuvo que dejar la empresa y se le pidió que montara una nueva empresa de carros de la compra con su actual socio, Alberto Cardona, y que implementara todas las mejoras que la anterior empresa había rechazado.
Así nació Carlett en 2016, con sede en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y ahora distribuye sus carros de la compra para usuarios normales, personas mayores y personas con movilidad reducida a instituciones y centros ortopédicos de 17 países. Su objetivo es convertirse en la marca de referencia para los productos de micromovilidad y entrega de última milla.
La empresa, que actualmente emplea a ocho personas, facturó 2,4 millones de euros el año pasado y espera aumentar su volumen de negocio en más de un 10% al final del presente ejercicio. La empresa ha conseguido todo esto con sus propios beneficios, sin tener que volver a hacer otra ronda, lo que habría sido imposible. El diseño ergonómico y elegante, la innovación y el compromiso con la sostenibilidad son los factores clave del éxito de la marca Clett, dice Oriolo Martí, que los clientes buscan ahora en cuanto entran en una tienda de ortopedia.
Ayudar a los más vulnerables a través de las empresas
Buy SF34 es una fundación con sede en Bilbao que pretende ayudar a la integración de la mayor comunidad de inmigrantes del País Vasco. Promueve la integración real de las personas de la región a través del espíritu empresarial para liberar a los habitantes del barrio de SF de la exclusión y demostrar que los inmigrantes pueden contribuir al desarrollo de la sociedad a través de su propio espíritu empresarial. El bilbaíno George Belinga Narváez, de padre camerunés, es el impulsor del proyecto, que inició a su regreso de Alemania, donde trabajó como consultor.
La compra de SF34 es un espacio de trabajo para desarrollar el espíritu empresarial africano. El objetivo no es crear una start-up que busque crecer y escalar rápidamente, sino animar a los inmigrantes a utilizar sus puntos fuertes y conocimientos para crear sus propias empresas y crear un espacio donde se pueda promover la actividad cultural y empresarial. Tras los primeros pasos en la compra del SF34, varias ideas empresariales han surgido con éxito en este entorno, extendiéndose a toda la región y creando puestos de trabajo.
De la venta de butano a la producción de bloques de aluminio de alta calidad
Raúl Esteve, que estudió geografía e historia, se convirtió en empresario. Lo hace en su pueblo natal, Caudé, en Albacete. En primer lugar, creó una empresa para vender y distribuir bombonas de propano – butano.
Como sus principales clientes eran del sector comercial, la crisis sanitaria frenó el buen desarrollo de la empresa. Para poder llegar a fin de mes y mantener los puestos de trabajo de sus ocho empleados, la empresa tuvo que reestructurarse mientras se creaba otra empresa, que probablemente era el principal cliente de su butano no vendido. Así nació la idea de REQ Aluminium, que recoge la chatarra, la procesa y la convierte en lingotes de aluminio de alta calidad que vende a otras empresas.
La fusión se realiza en un horno llamado Esperanza, desarrollado por la empresa y único en el mercado por ser híbrido, lo que permite la compatibilidad entre diferentes sistemas de fusión. El lado positivo es que reduce los residuos, lo que encaja perfectamente con el concepto de economía circular. Con esta idea, la recién fundada REQ Aluminio ganó el premio EmprendeXXI, que cuenta con el apoyo de CaixaBank en Castilla-La Mancha.
Mantener vivo el sueño con pasteles
Tras varios años de investigación y experimentación, Rodrigo Córdova ha encontrado por fin lo que buscaba. Una máquina similar a Nespresso en la que podía introducir cápsulas y obtener un delicioso y perfecto pastel horneado en cuestión de minutos. Ni que decir tiene que este proyecto de una sola nota supuso un largo proceso de investigación y desarrollo del producto, empezando por la elaboración de la receta de la cápsula, seguida del diseño del envase, el diseño y la fabricación del hardware y el desarrollo del software interno para el pastel perfecto. Por lo tanto, es comprensible que Rodrigo de Córdova participe en una empresa que lleva muchos años revolucionando el mundo de la confitería y haciendo más dulce la vida cotidiana de las personas. Este es exactamente el objetivo de Tigoűt, que toma su nombre de la palabra francesa petit goűt – pequeño sabor.
El valor añadido de los autistas a la sociedad
Specialists se fundó en 2004 en Copenhague (Dinamarca) y ahora opera directa o indirectamente en 25 países, entre ellos España. Se trata de una colaboración profesional para personas con trastorno del espectro autista (TEA) u otros diagnósticos médicos que proporciona la neurodiversidad.
Fue fundada por Torquil San después de que a uno de sus hijos le diagnosticaran autismo a los tres años y se diera cuenta de que estas personas tenían grandes habilidades en determinadas áreas que podían aprovecharse en el mercado laboral. El hijo del fundador, Lars, tiene muy buena memoria y destaca en matemáticas y lengua. A los siete años ya había dibujado de memoria la red ferroviaria danesa, la red de carreteras danesa y un mapa completo de Europa.
Por ello, se pidió a Torkil Sone que creara una organización global que no sólo aplicara estas competencias en las empresas, sino que facilitara su integración en el mercado laboral. Para convertir su idea en realidad, tuvo que aceptar. Hoy en día, los profesionales aportan a las empresas competencias especializadas, sobre todo en tecnologías de la información y gestión, y ofrecen una alternativa en la aplicación de las políticas de responsabilidad social de las empresas.