Los Certificados de Depósito Argentinos (CEDEAR) son acciones o ETFs que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y representan acciones o ETFs que no se ofrecen o negocian públicamente en el mercado argentino.
Desde hace algún tiempo, estos certificados son una de las inversiones más comunes en la bolsa, con un número creciente de inversores privados que los eligen para obtener capital de empresas extranjeras y evitar el «riesgo» y la inflación en Argentina.
Hasta hace unos años, los argentinos no podían obtener acciones de Coca-Cola, Apple, Amazon o Microsoft debido a dificultades burocráticas o a los costes, pero con la creación de CEDEAR, muchos de los obstáculos han desaparecido.
¿Qué es CEDEAR?
Los recibos de depósito argentinos (CEDEAR) son, en realidad, instrumentos de renta variable que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y que representan acciones o ETFs que no cotizan en el mercado argentino. Sin embargo, hay que aclarar que estos certificados no siempre representan acciones, sino que tienen una «tasa de conversión», un factor que indica cuántos títulos extranjeros corresponden a un CEDEAR. Por ejemplo, si tienes 10 CEDEARs de Microsoft (MSFT), esto corresponde a una acción de una empresa informática.
¿Son las ADR y los CEDEAR lo mismo?
No, son dos cosas diferentes: los CEDEAR son acciones de empresas extranjeras no domiciliadas en el país y los ADR (American Depositary Receipts) son acciones de empresas argentinas domiciliadas en mercados extranjeros.
Análisis fiscal de los CEDEAR (en relación con los ETF)
Impuesto sobre la renta
En este caso, hay que tener en cuenta dos elementos fiscales: el producto de la compra y los dividendos recibidos.
Las ganancias derivadas de la compra, el canje, la renovación o la venta de acciones y participaciones por parte de personas físicas y entidades indivisas nacionales están exentas del impuesto si la inversión cotiza en un mercado aprobado por la Comisión Nacional de Valores.
Por otro lado, lo mismo se aplica si la ganancia es realizada por una persona física extranjera (que no sea una persona física nacional o activos de un país no participante). Sin embargo, si el beneficiario es un no residente o una entidad no distribuible, los dividendos se consideran rentas extranjeras en virtud del artículo 94, con tipos impositivos variables. Se gravan a diferentes tipos como rentas extranjeras en virtud del artículo 94.
Los impuestos recaen sobre la propiedad privada
En este caso, las acciones de CEDEAR se tratan como bienes extranjeros porque las normas exigen que la persona que emite las acciones sea residente, esté domiciliada o establecida en el extranjero.
Hay que aclarar que no se tiene en cuenta al emisor o depositario del certificado.
A efectos de determinar la cuantía del impuesto a pagar sobre los activos extranjeros, las personas físicas residentes tributarán a un tipo de entre el 0,7% y el 2,25% del valor de los activos, además de un mínimo exento que no se aplica a los activos nacionales. Si los activos extranjeros superan los $18.000.000 se aplica el tipo impositivo máximo, calculado anteriormente.